Resumen: Métodos de Conservación y Acrecentamiento de Enemigos Naturales como Estrategia en el

El autor empieza a describir la importancia de pensar en un programa de manejo de plagas, planificar una conservación efectiva de los enemigos naturales, a través del manejo del medio ambiente de forma de favorecer sus condiciones de supervivencia y reproducción.
En este sentido la aplicación de plaguicidas se constituye en el primer y principal factor que puede romper el equilibrio dinámico de las poblaciones de plaga y enemigos naturales. O sea, el uso indiscriminado de plaguicidas no selectivos lleva al rompimiento de este equilibrio, que podría tardar hasta 4 años para ser reestablecido, después de la interrupción de su uso. De esta forma se hace necesario conocer el efecto de los plaguicidas que utilizamos sobre los enemigos naturales para que podamos conservarlos en un dado plan de manejo.
Los plaguicidas pueden afectar a los enemigos naturales por destrucción directa, ruptura de las cadenas alimentarías o por repelencia. Para evitar estos efectos adversos se debe pensar en el uso de insecticidas selectivos, planificación del momento en que debe realizarse la aplicación del plaguicida y jamás hacer uso de plaguicidas sin que esto sea necesario, o sin que las plagas hayan alcanzado niveles de daño económico.
El autor describe que así como los insectos plagas, los enemigos naturales también pueden manifestar resistencia a insecticidas. Una razón para que no se observe con frecuencia la resistencia de enemigos naturales a los plaguicidas es que estos no se pueden desarrollar si los plaguicidas hacen que la sobrevivencia del hospedante como la presa sea muy baja para mantener a los enemigos naturales. Otra razón es que el uso discontinuo de los plaguicidas elimina la presión de selección continuada sobre los enemigos naturales. También se puede atribuir este hecho al limitado poder de dispersión de los enemigos naturales resistentes. A pesar de ser posible el desarrollo de enemigos naturales resistentes, es preferible que se usen prácticas que los conserven.

El autor coloca que es imprescindible que existan reservorios de enemigos naturales fuera del área cultivada, a través de la mantención de malezas hospedantes de plagas y sus enemigos naturales. Otra práctica es evitar usar manejos que pueden ser perjudiciales para los enemigos naturales como el disqueo, la siega y el quemado. También es importante el mantenimiento de la diversidad y hospedantes necesarios haciendo uso de policultivos, que naturalmente son sistemas más estables ecológicamente, y sembrando franjas de otros cultivos hospederos. Una estrategia también comentada es la creación de refugios artificiales.
Para asegurar la sobrevivencia del enemigo natural durante el año se hace necesario que las fases biológicas adecuadas a los hospedantes estén disponibles en el momento y lugar requerido por ellos. Para tanto se hace necesaria la siembra de diferentes cultivos en los alrededores y el uso de la diversidad a través de la mantención de malezas. Por otro lado, se debe pensar también en la sobrevivencia de otros insectos que pueden ser hospedantes de parasitoides.
En muchos casos les falta a los enemigos naturales alimentos como polen y néctar, o incluso agua, para favorecer su sobrevivencia dentro de los cultivos. Para eso se pueden sembrar plantas productoras de néctar para proporcionar alimento a los enemigos naturales. También se pueden hacer aplicaciones suplementarias de alimentos para promover el incremento de las poblaciones de enemigos naturales, en especial al inicio de de la temporada.

En condiciones naturales el clima puede tener efectos negativos en la sobrevivencia de los enemigos naturales, haciendo necesario que se utilicen algunas técnicas para atenuar estos efectos, tales como: uso de riegos; cultivos cubiertos; modificación de la poda; cambios en la cosecha.

El uso de cualquiera de las técnicas mencionadas dependerá de cada cultivo, región y condiciones específicas. En especial la protección de los enemigos naturales contra los plaguicidas es una estrategia básica y transversal a todos los cultivos.

Resumo del texto original de Carlos González Muñoz con mismo titulo.

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